Noe Casado

Datos de la autora

Nombre completo: Francis Scott Fitzgerald.

Géneros que escribe: Novela, relato.

Dato curiosos: Se alistó en el ejército durante la Primera Guerra Mundial y publicó su primera novela, A este lado del paraíso, en 1920.

Fitzgerald fue una voz literaria nueva de gran importancia, y entre sus obras maestras se cuen­tan sus relatos, El gran Gatsby y Suave es la noche. Murió a los cuarenta y cuatro años de un ataque al corazón en Los Ángeles mientras trabajaba en El último magnate. La narrativa de Fitzgerald le ha granjea­do su fama como uno de los escritores americanos más importantes y queridos del siglo XX.

Y no me importa nada (Ice Star 1) | Noe Casado

Primera entrega de la tempestuosa historia de un amor imposible de alto voltaje.

Mi relación con Ezra fue igual que un cóctel de frutos secos: cuando abres la bolsa, te prometes a ti misma que te comerás únicamente lo que te gusta y tirarás a la basura esos garbanzos tan duros que solo meten para rellenar. Aunque al final te sorprendes, pues acabas con todo, con lo bueno y con lo malo.

Del mismo modo acepté a Ezra, un hombre que representaba cuanto yo aborrecía y que, además, se jactaba de ello.

Pasé por alto las señales e hice oídos sordos a sus advertencias de que no era tan solo el típico malote que fumaba a escondidas en el instituto, robaba en los supermercados o falsificaba las notas.

Ezra hacía mucho daño a quienes él decidía, en especial a las mujeres. No le temblaba el pulso para mantener su posición dentro de ese mundo sórdido en que estaba instalado.

Yo fui testigo de ello.

Intenté huir.

Y a punto estuve de lograrlo.

Sin embargo, debería haberme alejado antes.

Porque tú lo vales | Noe Casado

Me llamo María Asunción Peralta de la Merced y Luengo Medina. ¿A que es un nombre elegante? Como no podía ser de otro modo, en mi círculo social todos tenemos nombres similares, aunque cuando cumplí los quince elegí uno más abreviado e igual de elegante: Sun. Hay gente que piensa que haber crecido en una familia adinerada, sin tener que trabajar y con la vida resuelta, es una maldición. ¡Ja, ja, ja! Yo considero que es lo mejor que te puede pasar. Disfruto de las comodidades de las que dispongo, recibo una sustanciosa asignación de la empresa familiar, en la que no tengo que poner un pie porque la dirige mi padre, y sólo me preocupan dos cosas: mis amigas y el hombre de mis sueños. A las primeras las tengo siempre a mi lado; sus consejos y compañía son imprescindibles. 

El segundo se me está resistiendo, la verdad. Llevo más de diez años persiguiendo a Gaudioso; sí, ése es su nombre, no os echéis a reír. Yo, nada más conocerlo, suspiré por él y empecé a llamarlo Gaudi, mucho más glamuroso, dónde va a parar. Es el mejor amigo de mi hermano y sé que tarde o temprano estaremos juntos. Y en breve tendré la oportunidad definitiva para que por fin se dé cuenta de que soy la mujer que necesita.

Quiero lo mismo que tú | Noe Casado

Helen está deprimida; sólo quiere encerrarse en casa, atiborrarse de calorías y escuchar música romanticona. Resignada, traza nuevos objetivos, empezando por buscar un empleo en el que el jefe (condición indispensable) no sea atractivo, en el que pueda pasar desapercibida y en el que, además, se valore su esfuerzo. Así que cuando encuentra un puesto hecho a su medida, cree que su vida recuperará, por fin, la normalidad, pero, de nuevo, el universo se alía en su contra y se empeña en estropearlo todo. 

¿Qué ocurre cuando por casualidad tropiezas con un ídolo de tu adolescencia y lo achicharras con el café? ¿Qué puedes hacer cuando tienes de vecino al tipo más atractivo y metomentodo del mundo? ¿Por qué nadie entiende tu cambio de look y todos cuestionan tu ropa? ¿Cómo te las apañas para aguantar los caprichos de una rubia famosilla? ¿Quién es capaz de trabajar con el tipo más narcisista del planeta?

A ciegas | Noe Casado

Luke Adams es un agente de policía a punto de cumplir cuarenta años, está divorciado y lleva un estilo de vida más o menos organizado que no se plantea cambiar. Sin embargo, tiene una fantasía pendiente: seducir de una vez por todas a Dora, una rubia esquiva y descarada que lleva rechazándolo demasiado tiempo. 

Pero mientras aguarda a que ella caiga rendida a sus encantos, el comportamiento de Luke está lejos de ser el de un monje... Se entretiene con amigas dispuestas a pasar un buen rato, y a las que siempre deja muy claro que no han de esperar nada más de él, porque tarde o temprano su deseo se hará realidad.

Todo es posible... menos tú | Noe Casado

Una vida organizada, un trabajo seguro, un ático de lujo y un novio de buena familia... 

Todo parece ir a las mil maravillas, sin embargo, Fabiola siente que algo falla. Hastiada de que todo en torno a ella acabe siendo tan cuadriculado, se arma de valor y acaba haciendo algo que hasta no hace mucho le parecía impensable: tener un rollo de una sola noche. 

Y a partir de ese instante comienza a ver las cosas de otro modo. Su trabajo ya no es tan seguro. Su novio es un imbécil y su vida necesita oxígeno. Y los rollos de una noche... realmente merecen la pena.

Cuando nadie me ve | Noe Casado

¿Cuántas películas habéis visto en las que la protagonista es una chica modesta con mala suerte en los asuntos del corazón? ¿Y en cuántas ella tiene un amigo gay que siempre la ayuda? ¿En cuántas le rompen el corazón hasta que aparece el hombre ideal? ¿No estáis cansadas de los mismos argumentos? Pues bien, yo soy una de esas chicas modestas que no tienen suerte con los hombres. 

Tampoco busco demasiado, y como vivo en una ciudad pequeña, la oferta es más bien limitada. Me llevo algún que otro berrinche amoroso, aunque intento no amargarme. La desilusión me dura veinticuatro horas como mucho, porque para quitarme las penas ya tengo a Tito, mi compañero de piso, un treintañero cañón, divertido y heterosexual por los cuatro costados con el que, además, de vez en cuando mantengo alguna que otra charla trascendental. A Tito lo quiero a rabiar, y todos piensan que somos la pareja perfecta; no lo niego. 

Sin embargo, no solo no somos pareja, sino que hay más... mucho más... Si quieres conocer todos los detalles, no puedes perderte esta comedia erótico-romántica llena de entresijos, errores, tensión sexual y erotismo.

A mi manera | Noe Casado

Digan lo que digan, tener un affaire con un compañero de trabajo siempre sale mal, y si además yo soy la jefa, la situación es aún peor. No me preguntéis por qué, pero es así. Si un jefe se enrolla con una subordinada se entiende, se tolera, incluso se halaga y aplaude. Sin embargo, cuando el jefe es una mujer, se critica, se censura y si, al final la cosa acaba mal, es ella quien paga el pato. ¿Me equivoco? De mí se dicen muchas cosas: que soy altiva, déspota, adicta al trabajo, metódica en exceso, inflexible..., pero no son más que halagos, por supuesto. 

A pesar de todo cometí el error de mirar de forma poco profesional a Fernando. Si él se percató, no dio muestras de ello, y como ocurre el noventa y nueve por ciento de las veces, cuando alguien te gusta, te portas como una auténtica hija de perra. Tenía el poder para hacerlo y lo hice. Mi lado más competitivo salió a la superficie y metí la pata. Hace poco más de dos años organizamos en la empresa una fiesta para agradecer a mi padre sus años de dedicación y pasarme a mí el testigo. No era más que una maniobra de imagen porque, de facto, yo ya tenía las riendas. 

Una fiesta elegante, todos con sus mejores galas y, en un momento de torpeza inexcusable, se me volcó la copa y le manché el traje. Justo a él, no podía haberme pasado con otro invitado. No, fue con él. Y allí ocurrió lo impensable...

No se lo cuentes a nadie | Noe Casado

« ¿Quieres pasar una noche inolvidable? ¿Asistir a eventos exclusivos? ¿Cenar en los mejores restaurantes? ¿Codearte con gente vip?

 Perfecto, aquí me tienes. A cambio sólo te pido una cosa: a la mañana siguiente ahórrame, por favor, escenas románticas, palabras amables o comportamientos excesivamente emocionales. 

No me interesa. No te confundas, no soy un hombre al que puedas hacer cambiar de opinión; ni lo intentes. ¿Aceptas mis condiciones? Excelente, ya te llamaré.»

Sin ir más lejos | Noe Casado

Soy el ejemplo perfecto de mujer florero.

Durante toda mi vida me han aleccionado para ello y he cumplido a la perfección mi papel.

Pero de repente la realidad se impone, y no de forma suave, no, sino con un bofetón cruel que te deja desorientada y sin saber qué hacer. Lógico si rara vez he pensado por mí misma; primero mis padres y después mi marido se han encargado de tomar las decisiones importantes de mi vida.

Así pues, no me queda más remedio que buscar una salida; el problema es que no sé ni por dónde empezar.

De ahí que, agobiada, casi arruinada y sin perspectivas de mejora, acabe pidiendo ayuda a quien sé que me la va a negar, pero ¿qué alternativa me queda?

Ni tú ni nadie | Noe Casado

Gaudi: Estar colgado de una mujer es peligroso, pero si encima está casada con tu socio y mejor amigo, la cosa se complica. Y todavía se complica más porque ella, lejos de evitarme, me corresponde y, para rizar el rizo, con el beneplácito del marido.

Extraño, ¿no?

Lo es, por supuesto, y además, por raro que os parezca, mi socio y yo seguimos teniendo una excelente relación personal y profesional. A él hace mucho tiempo que dejó de importarle lo que le ocurriera a su mujer; sin embargo, yo creo que ha llegado el momento de acabar con esta anomalía antes de que todo salte por los aires.

El problema es que, aunque tengo muy claro lo que he de hacer, no es sencillo romper los lazos. Aun así lo voy a intentar, y para ello cuento con la mejor amiga que un tipo como yo puede tener.

Juanjo: Casarme con una mujer a quien solo toleraba porque era de buena familia y sabiendo que mi mejor amigo estaba colado por ella fue, sin duda, una mala decisión.

Como era de esperar, me busqué alguna que otra distracción sin importarme mucho que mi mujer lo supiera. De hecho, a los tres meses de casarnos ya la engañé, y aunque al principio disimulaba, ahora ni me molesto en hacerlo. Mientras ella ha estado distraída gastando mi dinero y acostándose con mi socio no ha habido problema, pero ahora que él ha decidido poner fin a esa relación, el que tendrá que soportar a mi mujer soy yo.

Seguiré sin ti | Noe Casado

¿Es mucho pedir un poco de sexo decente sin compromiso?

Cuando hacen rellenar el absurdo test de orientación profesional en el instituto, todo el mundo elige profesiones elegantes, bien remuneradas y con reconocimiento social. Yo dejé la casilla en blanco, pues

todavía no había decidido qué carrera universitaria quería cursar.

Al final acabé con una licenciatura en bioquímica alimentaria y un novio dispuesto a casarse conmigo en cuanto lográramos un buen puesto de trabajo. Solo conseguí una de las dos cosas.

Sigo soltera. Y no he sentido en ningún momento la tentación de establecer una relación convencional porque no he tenido ni tiempo ni ganas. Ese es el motivo por el que desde hace ya unos años concierto citas a través de una web de contactos exclusiva.

Solo momentos íntimos. Sexo. Nada más. No siempre se logra conectar, aunque admito que he conocido a muchos hombres interesantes con los que quizás, al no sentir la presión de una cita tradicional, me he permitido pasar momentos intensos y agradables.

Sin palabras | Noe Casado

Todo ha vuelto a la normalidad... 

Al menos eso quiere creer Bea, aunque en la intimidad se permita el lujo de deprimirse o lamentarse. Su nuevo trabajo y su familia llenan parte del vacío que le ha dejado la separación con Max. No hay más remedio que tirar hacia delante, y cuando cree tenerlo todo más o menos controlado, reaparece en su vida el hombre al que amó con locura y que acabó abandonándola a su suerte. 

¿Merece la pena seguir odiándolo? ¿Será capaz de aceptar el pasado para poder disfrutar del presente?

Dime cuándo, cómo y dónde | Noe Casado

»Me gusta el sexo. Y mucho. »También me gusta pensar que sólo hay tres formas de obtenerlo: la más común, quizá, sea tener un novio o marido que te satisfaga; la otra, obviamente, pagar por ello y, por último, ocuparse una misma del asunto. »

Trabajo como relaciones públicas en una importante empresa de perfumería, y esto me da la independencia necesaria para hacer y deshacer a mi antojo y tener absoluta libertad para elegir a mis amantes. Quiero pasión, y no hay nada más eficaz para adormecerla que una relación estable. »

Sin embargo, con Ian me pasó algo muy curioso: no conseguí olvidarlo, por lo que cuando nos reencontramos, las chispas entre ambos saltaron con más fuerza que nunca. Estoy convencida de que nuestro juego no ha hecho más que comenzar…»

Tal vez igual que ayer | Noe Casado

Ante la adversidad, la incomprensión y un futuro incierto, Claudia abandona su pequeña localidad natal en España con dieciocho años recién cumplidos, una vieja maleta y muy poco dinero en el bolsillo. No puede mirar atrás y sabe que debe pasar página, aunque al hacerlo ya no vuelva a ser la misma. Sola y sin recursos, llega a Londres, una ciudad donde todo le es desconocido, aunque con la ayuda de Henry Campbell, que será mucho más que un padre para ella, conseguirá salir adelante. 

Unos años más tarde, sin desearlo y sin haberlo buscado, el destino pone a su alcance la oportunidad de vengarse de aquellos que la ningunearon y despreciaron, incluido el hombre al que jamás pudo olvidar.